miércoles, 18 de mayo de 2011

Perdí la costumbre

Perdí la costumbre de aparecer en silencio
en tus sueños ácidos de luna llena,
y arrebatarte de la almohada la despedida que no fue.
Pero comencé a tener pesadillas
con la silueta de tu enojo,
con el contorno de tu figura, ya escueta.

Escribí versos de descaro que aun muestran
su condolencia, y del todo perdida,
me arrastré al cosmos del abismo "contigo y sin ti."

Y aunque te parezca mentira aun vivo
en el exilio que tú habitas,
aunque ya no hablemos el mismo idioma.

Me costó ser yo misma, disimular entre horas
todo lo que me queda por decirte.
No disimules, si la carga fue pesada,
aguanta con sudor y lágrimas el peso de la compostura.

Y no me roces con la mirada, porque puedo
empezar a quererte.

Porque aunque no pronuncies palabra,
tampoco tus ojos me hablaron cuando por un
momento fuimos un poco más que dos.

Demuestra ahora que la vida sí era como aquella película,
en la que todos sabemos el final pero nadie se atreve a
                                   actuar.


Estefanía

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mi piel y tu cuerpo

Mañanas de abril en las que las ganas
morían por segundos dentro de mí;
y muriendo contigo el fuego que avivé
en otros momentos no de rabia, pero sí de olvido.

Decidí vencer la pereza de pensarte,
cuando a veces sin ganas pasabas
por el susurro de mis pensamientos.
Decidí escribir porque nadie entendería
mi sueño de tenerte, de abrazarte...

Ahora que nada perdí en el camino
que todo lo que me quede sea ganar sin miedo
y resistir el orgullo que se asome por tu cuerpo;
ahora que el pellejo de mi piel se muda de dueño,
me arropo entre tus desvelos del calor del invierno.




Estefanía