miércoles, 5 de enero de 2011

Hoy mismo

Supe a ratos que lo nuestro moría por días,
tu amor fraternal de primavera
nunca llegó a mis brazos, que acurrucada
me mantenían callando de golpe.

Hoy tus brazos están hechos de hielo,
y no un tortazo ni magulladuras,
pero si un abrazo roto quedó entre nosotros
sin apenas herirnos del todo.

Palabras más duras que el silencio mismo,
que no son verdades, pero si aumentan
el ego que tú misma construiste,mientras,
el mío vagaba por el subsuelo de la cobardía.

Ni noches ni días llegaste con el corazón deshecho
con una simple sonrisa, ni con vocal
de arrepentimiento que jamás mis oídos descubrieron.

No me quedan más fuerzas que el egoísmo
que en ti descubrí,
ni más amor que el roto que desprenden
mis besos falsos de bienvenidas.

Ahora no soy yo quien llora desconsolada y sola,
ahora eres tú quien acobardada por el futuro
te callas y respiras, tragando despacio el veneno
que sobró conmigo.

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